Época: Asia-Mundo 1941
Inicio: Año 1941
Fin: Año 1941

Antecedente:
Asia y el mundo en 1941

(C) Jesús Hernández Perera



Comentario

La política de agresión que el Imperio japonés mantenía con respecto a todo el área del Extremo Oriente desde los fines de la década de los años veinte había ido radicalizándose a medida que el Gobierno de Tokio se aproximaba a las posiciones de Berlín y Roma, lo que había de culminar en la firma del Pacto Tripartito llegado 1940. Mientras, las potencias coloniales observaban con fundado temor la amenaza que se cernía sobre sus posesiones en la zona, en unos momentos, por otra parte, en que las mismas metrópolis se hallaban ocupadas o duramente presionadas por el empuje alemán.
Los Estados Unidos prestaban asidua ayuda material a las fuerzas nacionalistas de Chiang Kai Chek, lo que los había convertido de hecho en directo adversario del Japón que ocupaba parte del territorio chino. La tensión existente alcanzaría su máximo grado con ocasión de la caída de Francia, cuando ya el mismo Roosevelt recapacitaba acerca de los negativos efectos de la ambigüedad de su política mantenida a lo largo de la guerra civil española. Ahora se encontraba decidido a impedir por todos los medios a su alcance la expansión de las fuerzas del Eje, y el primer acto a realizar tendría como escenario el Océano Pacífico.

Así, cuando en el verano de 1940 el Japón aprovechó el hundimiento de Francia para ocupar militarmente su colonia de Indochina, Washington había decretado el embargo de los productos energéticos exportados a aquel país, y que eran vitales para su propia supervivencia. Esta decisión había de ser la que decidiese a "los señores de la guerra" de Tokio a poner en práctica sus planes de ataque. Las últimas semanas del mes de noviembre de 1941 serían de esta forma el marco en el cual iba a desarrollarse el veloz y espectacular desbordamiento del poderío nipón sobre la práctica totalidad del Extremo Oriente asiático. Japón estaba por entonces seguro de la imposibilidad que ingleses, franceses y holandeses tenían de defender sus colonias, encontrándose como estaban en difíciles posiciones en sus mismos territorios. Por otra parte, el enfrentamiento directo con la potencia de los Estados Unidos no arredraba a quienes tenían previsto convertirse en el plazo de escasas semanas en un poder de ámbito continental y aún oceánico.

En efecto, la guerra relámpago dirigida desde Tokio sobre un espacio poblado por más de cuatrocientos cincuenta millones de personas no tardaría en obtener sus inmediatos frutos. A primeros de 1942, la bandera del Sol Naciente ondeaba en las mismas puertas de Australia y la India. Sería necesario alcanzar los meses centrales de ese año para que la contraofensiva norteamericana comenzase a recuperar con enormes dificultades los territorios perdidos de manera tan fulminante.